EL RETRO INTENTO


Y ahora todos parecen seguidores del retro! Es obvio el cambio de todos los guardarropas después de una fuerte influencia étnica que parecía vomitarse por toda la ciudad (no solo en esta, 4,782 también), con esa cantidad excesiva de colores tierra con sus mezclas más apetecidas por los ganchos de ropa no tan elogiados; turquesas, verdes y un aparte que parecía sería un color eterno (el rosa) se fue para recordarnos qué no estamos viviendo en la habitación de Hello Kitty, tampoco estamos revolucionados por el amor y la paz, no utilizamos el flower power con los guerrilleros del país y que al contrario estamos tan vivos en el 2007 como cuando algunos pensaban qué los colores fluorescentes combinados con monocromo eran la nota más futurista del momento.

Para esa época las lineas se estilizaban más, el volumen en las prendas llegaba para aprovecharse de todos, era como una gran contradicción al vestirse, algo muy justo con algo muy grande, esa era la proporción. La corriente del “physical” hizo que las personas pasaran más tiempo en el gimnasio que en sus propias casas, la creación de la lycra, llenaría de mallas de colores vibrantes y brillantes estos recintos de la belleza externa, si no también calles, clubs, escenarios y lo qué sea sin importar influencia alguna, ya fuera punk, rock, metal o el tan nuevo vibe electrónico.

Madonna lo hacía, Van Halden lo hacían y hasta mi mamá también (¿lo hacía?). El maquillaje haría un focus en ojos, labios y pómulos, sin importan la sexualidad, rostros muy limpios y cuerpos muy delgados, las calles ahora se convertirían en pasarelas y los clubs en tronos múltiples, el estilismo era fundamental, el glamour era básico y el lujo imprescindible. Una actitud totalmente renovada.

Todo esto llega a pasos agigantados, la desesperación por verse bien ya afecta la salud, interna en hospitales, clínicas psiquiátricas y centros de rehabilitación, las calles son el espejo de una sociedad consumista y los clubs son refugios de todos aquellos que sin importar el estado en el que se encuentren quieren lucir con toda energía todo aquello que pueden o no ser. Los chicos no se maquillan, pero intentan no quedar encerrados en la nueva metrosexualidad, aunque siendo machistas dicen ser muy abiertos para la epoca y todo lo respetan (no hablo por todos). Las chicas aunque más liberadas intentan con todo su poder femenino seguir con la larga vida al lookgood.

Cinturones más cortos para atar la cintura y los jeans que ya dejan de tratar de sostenerse por debajo de las caderas y hasta la mitad de los muslos en el caso de muchos chicos. Las botas cada vez son más entubadas haciendo un backing-and-forward al estilo de Palm Springs o Los Angeles en los 50's cuando el denim procuraba convertirse en más que un amigo de los closets. Ahora es un básico instantáneo, es difícil la vida sin el pero no imposible, y sería perro o cocodrilo aquel que no haya usado algunos. Los accesorios son más importantes que cualquier otra cosa (aunque a muchos no les importe, a mi sí) y los pies caminan con diseños intactos de marcas clásicas de los 80's.

El mercado está más sensible a esta información, que es en realidad una retroalimentación, no hay nada nuevo, todo es igual, simplemente estamos desempolvando todo eso que decíamos no ponernos nunca, para usarlos de la mejor manera y sentirnos mejor con nosotros mismos, o por lo menos esa es mi idea de cotidianidad de moda.
Así que sube al ático, baja al sótano, saca la maleta, abre el closet, llama a tus abuelos, ve a las tiendas de ropa de segunda y quédate con lo que mejor te quede.

Camilo Campo Sánchez
Electrodoméstico.